La crisis humanitaria que está atravesando Gaza, a consecuencia de las sanciones impuestas por el gobierno israelí; han provocado el desabasto de agua y luz eléctrica en la región. El paisaje urbano se ha vuelto en un océano gris lleno de escombros y con una población atrapada, esperanzada a que finalice tan barbárico conflicto.
«No se encenderá ni un solo interruptor eléctrico, ni un solo grifo, ni un solo camión de combustible entrará hasta que los rehenes israelíes regresen a casa» – proclamó Israel Katz, Ministro de Energía de Israel.
Se estima que 150 civiles tanto del lugar como extranjeros, han sido secuestrados por el grupo islámico Hamás. Provocando los inminentes e imparables ataques hacia toda la franja. Los abarrotados hospitales se han vuelto hostiles y la propia Cruz Roja suplicó que se dejara pasar combustible, lo más pronto posible, para solventar el cruel problema de la energía eléctrica; evitando convertirse en morgues.
«La miseria humana causada por esta escalada es aborrecible. Yo imploro a las partes que reduzcan el sufrimiento de los civiles» – señalo Fabrizio Carboni – Director Regional de esta organización.
Hasta entonces, más de 1200 palestinos han muerto en Gaza, durante los últimos seis días.
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