Columna

Invisibles tras las rejas: La tragedia de los niños en prisión

La sombría realidad de los niños nacidos tras las rejas de las prisiones mexicanas emerge como un grito desgarrador en medio del silencio. Condiciones inhumanas se vuelven el hogar de cientos de bebés, testigos silenciosos de un sistema penitenciario que los sumerge en la oscuridad de la invisibilidad.

La Fundación Desde Cero nos enfrenta a esta dolorosa verdad que, durante demasiado tiempo, ha sido ignorada por el sistema de justicia y la sociedad en su conjunto. Detrás de los muros de las cárceles, mujeres luchan por ejercer la maternidad en celdas claustrofóbicas, compartiendo un espacio reducido con varias reclusas, mientras sus hijos crecen en la sombra, sin que el mundo exterior siquiera reconozca su existencia.

La presidenta de esta fundación, Jennifer Alamilla López, arroja luz sobre esta tragedia en el último podcast de Comunicación Viral con León Company. Revela la inquietante cifra de aproximadamente 500 niños que viven tras las rejas en todo México, un número que podría ser aún mayor dada la falta de actualización de los datos desde 2019.

Atrás quedaron los días en que no existían regulaciones para la presencia de niños en prisión, pero la nueva normativa, que limita la estadía de los niños en prisión hasta los tres años, no es más que una venda en una herida profunda. Porque, ¿qué sucede después de esos tres años? La incertidumbre y la desesperación abrazan a estos pequeños, quienes, en su mayoría, carecen de una red de apoyo una vez liberados, condenándolos a ser absorbidos por un sistema que no los ve, ni los escucha, ni los entiende.

La situación se vuelve aún más desgarradora cuando Alamilla comparte casos concretos, como el de niños separados de sus madres y familias debido a la distancia impuesta por las condiciones penitenciarias o la falta de recursos.

Es hora de reconocer que estas mujeres y sus hijos no son meras estadísticas, sino seres humanos con derechos y necesidades urgentes. Las políticas públicas deben dejar de dar la espalda a esta realidad dolorosa y, en su lugar, ofrecer soluciones concretas. Es imprescindible que las autoridades atiendan las pésimas condiciones de las prisiones, implementen programas de apoyo integral para estas mujeres y sus hijos, y creen un marco legal que garantice un futuro digno para los niños nacidos tras las rejas.

La cárcel no puede seguir siendo el reflejo de nuestras fallas como sociedad. Es momento de hacer visible lo invisible, de escuchar a quienes han sido silenciados y de actuar en consecuencia. No más niños y niñas invisibles tras las rejas. Es hora de un cambio real y humano.

Redacción

Medio de comunicación juvenil del caribe mexicano que busca informar de una manera diferente las noticias a través de redes sociales

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