Es compresible extrañar la magia y esencia que tenia el Kaiser Karl en Chanel. Virginie Viard sigue trabajando arduamente en plasmar su punto de vista y en resolver el dilema por crear «prendas reales». En sus apacibles inspiraciones, nos lleva hacia una vibra vacacional francesa. La Villa Noailles fue un punto clave e histórico para realización de esta colección.
Gabrielle Chanel, la mujer que revoluciono la moda en los años 1920, al liberar a la mujer e implementar combinaciones, que le dio un nuevo sentido a lo que era considerado vulgar por alta burguesía. Ese espíritu rebelde, continua alimentando el alma y mente de cada diseñador creativo.
El sitio ubicado en Hyeres, era perteneciente a Marie – Laure de Noailles. Era amiga y cliente de Chanel. La casa en la actualidad, se ha convertido en un centro de arte contemporáneo. En esta, se celebra el Festival Internacional de Hyeres, anualmente.
El arte Deco se manifiesta en un flexible y simple guardarropa. Caftans or tunics with a radiant tweed and sandals. Habían striped light summer cardigans, and jackets, triangular mosaic embellishments on trousers and coats. Una especie de palído patchworked, derivado de los cuadros jardines de la villa, permaneció en tweed suits, and shorts. Virginie jugó ágilmente con las rayas y flores en long dresses and pencil skirts con flounce opera gloves; resultando divertidos estampados.
La dimensiones culturales que rigen a Chanel, fabrican, indican y expresan, minimalistas y entendibles auras. Viard quiere deleitar a las clientas con un estilo tranquilo y chic parisino, pero manteniendo el confort libertador de sus antecesores.
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