Este 19 de septiembre en la Ciudad de México, se llevó a cabo un simulacro de emergencia sísmico nacional en el que participaron al menos 119,000 empresas y más de 9 millones de personas. Este simulacro conmemora los terremotos de 1985 y 2017, ocurridos en la misma fecha y son los más destructivos en la historia reciente del país.
Laura Velázquez, la titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), informó que hasta el momento se han registrado alrededor de 119,000 empresas y más de 9 millones de personas para participar en el simulacro sísmico nacional. Sin embargo, señaló que este número se espera que aumente, ya que el simulacro se realiza a nivel nacional y no solo en la Ciudad de México.
El simulacro involucra a los 32 estados de la República Mexicana y, por primera vez, se basa en cuatro hipótesis centrales, dos relacionadas con sismos y dos con huracanes. Su objetivo principal es promover la cultura de protección civil en la sociedad y preparar a la población para posibles desastres naturales.
Tanto la CNPC como la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) han invitado a la ciudadanía a participar en este importante ejercicio.
¿En qué consistieron los simulacros de emergencia?
En el simulacro sísmico nacional se usaron cuatro hipótesis diferentes para emular situaciones de emergencia. Estos escenarios se diseñaron para que las autoridades de los tres niveles de gobierno puedan evaluar sus protocolos de preparación y respuesta ante situaciones de emergencia. Las situaciones son:
- Simulación de un sismo de magnitud 8 con epicentro en el estado sureño de Guerrero, que afectaría a Oaxaca, Michoacán y la zona metropolitana de Ciudad de México.
- Simulación de un terremoto de magnitud 7.8 con epicentro en el estado norteño de Sonora, que también impactaría en Chihuahua.
- Simulación de un huracán de categoría 3 en el Caribe y Golfo de México, que afectaría a estados del sureste mexicano.
- Simulación de un huracán de categoría 4 en el Océano Pacífico que afectaría a los estados norteños de Baja California, Baja California Sur y Sonora.
Es interesante notar que en el día del simulacro del año pasado, México experimentó un temblor real de magnitud 7.7, uno de los más intensos jamás registrados. Este evento sísmico ocurrió en el aniversario de los terremotos de 1985 y 2017, lo que añadió un nivel adicional de inquietud y conmemoración.
Afortunadamente, a pesar de la intensidad del sismo, las medidas de preparación y respuesta parecen haber sido efectivas, ya que el número de víctimas fue limitado, con solo una persona fallecida. Esto resalta la importancia de llevar a cabo simulacros y estar preparados para situaciones de emergencia en un país propenso a los terremotos.
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