Ralph Lauren, el consagrado diseñador americano que se ha mantenido fiel a una industria, regresa al calendario habitual del fashion week. La presentación se instalo en una lujosa rústica – acogedora sala ubicada en Brooklyn Navy Yard . La opulenta y resplandeciente aura se apodero del recinto con la llegada de celebridades como Jennifer Lopez, Emma Roberts, Amanda Seyfried, Cara Delevingne y Sofia Richie.
«Mi colección es sobre un nuevo tipo de romance – genialidad y sofisticación. Es sobre la libertad de crear un estilo personal» – declaró el diseñador.
Ralph ha elevado materiales como el mezclilla como un símbolo de lujo e identidad una vez más, con un efecto deslavado e impregnados hand – made estampados florales con beading details, que armonizaban a la perfección en cargo pants, light silk dresses y linen shirts. Después, Ralph introdujo telas sexys y encantadora, de la mano, combinando su preciado dorado en distintas prendas tales como el strapless drape satin dress, el voluminous shining chiffon skirt con una polo metálica.
En medio de un brillo opaco, una colorida sección para el día rompió con la sobriedad en unos simple harem pants con unos ponchos bailarines y sarongs, dandole un toque easy – to – wear. Los últimos looks eran unos bias – cut satin long dresses con asymetrical hems acompañados de profundos flecos y con antique jewerly. Algo fascinante en el final, fue admirar el regreso de la supermodelo Christy Turlington cerrando el desfile.
Aquel sentimiento western – mountain refleja una energía proveniente del estilo que tanto remarca nuestro favorito Cowboy. La colección demostró ser capaz de jugar con lo establecido y re – interpretar con ágiles cambios en su glamour. La frescura que simboliza a Ralph Lauren perdurará hasta el final de los tiempos.
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