Miuccia Prada y Raf Simons ya no quieren filosofar sobre el significado e impacto de sus colecciones, solo quieren hablar de las prendas. Claramente, ambos han deducido que el proceso de creación es algo irrelevante, pero el crafting y fitting, es lo que hace único su trabajo.
Con el ataque de slime que dejaron a los invitados atónitos en la colección pasada de junio, continua penetrando con energía en las técnicas y materiales. No aspiran que la excentricidad sea un sinónimo de Prada, sino, la imparable utilidad y libertad para el cuerpo humano.
Esa fluidez que refleja el slime, precisamente, se puede relacionar con esa ligereza y simplicidad que evocan el dúo. Solo observemos cómo la rigidez queda olvidada por una suavidad. Realmente, todos estos elementos de la colección de hombres, están presentes, es decir, parece una copia exacta de su anterior presentación. Unicamente, establecieron ese panorama en la sección de mujeres, añadiendo medianos cambios.
Con una silueta mixta, encontramos: deep oversized gray jackets – shirts tucked with mini – shorts with a geometrical cutting; below – the – knee plain dresses with a floating organza 3 -D malleable fabric, estos últimos impresionaron bastante con su futurista aspecto. 1920’s leather and sleek dresses with embroidered gems and dancing frills belts – prosiguió arduamente la notabilidad de un confusa variabilidad.
Aquella palidez y descolorida sencillez, recibió una ovación; señalando un triunfo más para la marca, destellando un orgullo hacia sus origénes.
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